lunes, 23 de mayo de 2016

EXPLICACIÓN DE LA OBRA DE MÁRMOL DE MARIA MAGDALENA FRESCOBALDI


Explicación de  la obra de mármol de María Magdalena

Te encuentras delante de la capilla de la Casa Madre de las hermanas Pasionistas de San Pablo de la Cruz, donde se encuentran los restos de su fundadora María Magdalena Frescobaldi  Caponi esposa y madre de familia, reconocida por la Iglesia como Sierva de Dios. Antes de honorar sus reliquias destinadas a la glorificación porque pertenecen a una persona que en vida ha amado y servido a Dios en las últimas de su ciudad, detente de frente a esta obra de mármol que narra a través del lenguaje místico del arte el gran trabajo que la Trinidad ha realizado en su sierva fiel. Una escultura viva porque habla  a través del encuentro de dos mujeres que han experimentado juntas la ternura misericordiosa del padre en su Hijo Jesús y hoy desean comunicártelo.
Es la imagen viva de nuestros orígenes como Hermanas Pasionistas.
Ella de hecho domina el ambiente y crea para el visitante y peregrino un ambiente sugestivo lleno de significado y favorable a la reflexión y a la oración.
Los personajes son dos, María Magdalena y una mujer joven.
Una mujer noble y una joven disminuidapor la triste experiencia de la prostitución.
María Magdalena vestida con el vestido del tiempo dirige su mirada hacia la puerta de entrada.
No mira a la joven que tiene a sus pies, es una mirada que ha sabido leer las esperanzas de la sociedad y se ha encarnado en la historia más allá de los palacios, de las fiestas de la Corte y del rango social, es una mirada que significa espera, disponibilidad, invita a entrar y acercarse, es una mirada que ya ha buscado, encontrado, dialogado, ahora solo espera una respuesta libre, es una mirada que va más allá, que mira lejos, supera las contingencias sin todavía olvidar el presente, la realidad representada por la mujer abrazada a sus rodillas en un grito de  dolor y de ayuda.
La aurora de una experiencia concreta que ha atravesado el tiempo sembrando los sentimientos que fueron de Jesús en la historia, en la experiencia de tantas jóvenes de diferente  raza y cultura.
Acerquémonos a esta obra de arte con espíritu de contemplación.
La estatua fue pensada en el ángulo derecho al fondo respecto a quien entra en jardín ha encontrado el mejor lugar.
Ella es la respuesta a su espera y entra y se ha reposado sobre sus rodillas, reducida por una experiencia de violencia y de desprecio.
Pero allí hay una mujer madre que la acoge, con el brazo derecho, abraza la joven mujer, el abrazo es materno, protector, dándole valor, un abrazo dulce y firme; y también el mármol púlido expresa la ternura del gesto, el calor y la delicadeza del contacto.
A diferencia de ella, la figura de la joven a sus pies tiene vestidos modernos con largos cabellos sueltos, desórdenadosque expresan llanto y abandono.
El cuerpo hermoso quebrado parece desnudo como si anhelara aquella dignidad de mujer de la cual ha sido robada y que anhela recuperar.
Mientras el rostro de Magdalena es elegante, solemne y radiante, el rostro de la joven está frío junto a su  mano nerviosa y rígida,
las dos manos puestas cercanas una de la otra, revelan los diversos estados de ánimo a través de una elaboración del mármol; sereno y profundo el de  Magdalena,  todavía temeroso y nervioso el de la joven. No se ve en el tentativo que es lo que esconde, en realidad su rostro no tiene rasgos definidos, es el rostro de todas las mujeres de ayer y de hoy que han sido violadas y maltratadas y ofendidas en su dignidad, mujeres cuya belleza física y moral ha sido herida y perturbada. La joven está llorando pero es un llanto liberador, un llanto que perfuma de esperanza. Magdalena no la juzga sino que la acoge como hija amada, Magdalena permanece en espera de otras hijas. Sabe que la joven sobre sus rodillas está segura, dentro de poco también ella podrá ser también quien la  acoge.
Sí, porque la joven ha entrado en aquel circulo en el cual se encuentra Magdalena.
El círculo significa la perfección que es la humanización, la realización plena, equilibrio interior y belleza, vida en plenitud. Pero no completamente, algo de ella todavía esta fuera y exige todavía un compromiso firme  y constante de la voluntad para conseguir la curación total del ser, María Magdalena está ahí para asegurarle que nunca más estará sola, ella acompañará sus pasos hasta la completa curación, juntas harán fiesta por la belleza encontrada y renovada.
María Magdalena percibe el drama de la joven, el diálogo se hace más intenso corazón a corazón.
Mientras la mano derecha abraza la nueva hija, la mano izquierda aprieta un corazón y lo apoya sobre el suyo.
Respecto a la derecha, la mano izquierda manifiesta especialmente la firmeza y la seguridad de una fuerza que tiene en el corazón la fuente y la vida.
El corazón representa el amor, pero no un amor cualquiera: tiene una cruz, el corazón y la cruz reclaman el amor del Señor crucificado sacrificado por nosotros y por nuestra salvación. Es su amor misericordioso que cura, sana libera y regenera nueva vida. Es allí que María Magdalena encuentra la fuerza del don y el espíritu  de servicio a favor de tantas hermanas dispersas en la ignorancia del pecado.
La novedad del rostro de Magdalena contrasta con un detalle, las mangas de su vestido están plegadas, las mujeres nobles de su tiempo y de todos los tiempos seguramente no tenían las mangas remangadas signo del trabajo duro de las siervas y no adecuado a las personas de su rango, solo los pobres que trabajan.
María Magdalena ha escogido una lógica contraria, ella no solo tiene un corazón que palpita de amor sino todo su ser es como un corazón que vibra porque es memoria viva de aquello que el Hijo de Dios ha cumplido en su vida terrena.
El amor de Cristo es quien la impulsa a no tener miedo de las burlas.
A no considerar las habladurías de la gente y de aquellos que se retienen justos.
María Magdalena es discípula de Cristo, su gesto vivo de su palabra ha escogido  vivir el Evangelio.
Dios de rico se hizo pobre en Jesús y a compartido en todo menos en el pecado nuestra condición humana, también ella ha querido imitar el ejemplo del Salvador.
Dejar las anclas del pasado para abrazar las mujeres jóvenes de su ciudad, destruidas en el cuerpo, en el alma y sostenerlas en la seguridad de ser amadas por Dios.
Las  ha buscado, acompañado, esperándolas en su casa respetando como Jesús el don precioso de su libertad.
La Pasión de Jesús grabada en su corazón  y su corazón inmerso en la Pasión por Dios y por la humanidad sufriente como Jesús, corazón de misericordia y de esperanza.

Un poco de Historia